Palabras que todos decimos y nadie usa. Rincones de tu piel que se quedaron sin estrenar. Paranoias de la M-40. Colores que se hicieron paso entre los demás. Puede que sea en lo que me he convertido, lo que me habéis convertido. Oleadas de pensamientos sin estrenar. Sigo perdida. Seguís buscando. Quizás ese sea el problema, que no quiero encontraros. Nos quedamos rotos, encerrados en el hielo, rodeados de partituras sin leer, cuerdas y teclas rotas, pinceladas de rojo que se supone que deberían de ponerme los pies en el suelo, las estrellas amarillas que no brillan por nosotros tuvieron sentido durante esa carcajada con la costa de la muerte de fondo. Quizás un tres tres dos fluya entre mis dedos sin necesidad de pensar.
La existencia queda resumida en 1 minuto. Mi existencia quedó resumida hace cuatro años, rodeada de luces que ocultaban las verdades y me hacían más alta. O en el instante de el río sobre nuestros deseos, si todo hubiese acabado allí, hubiese sido el final perfecto.
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