La una menos cuarto, ya he apagado.
La tinta roza mis dedos y traspasa el papel, esta vez no es roja.
Supongamos que los cuatro no siempre estarán de mi parte.
Podría esforzarme y volver, cambiar de bolígrafo, buscar uno en condiciones, darle la vuelta a mis letras
Supongo que todavía no soy capaz.
Me duele la cabeza.
Diez minutos.
La una es la hora del principio, del final.
Supongo que nadie tendrá interés en este escrito de nula inspiración, ellos, falsamente felices, que nunca vivieron el amarillo ni el rojo.
La gran mayoría ni habréis superado el primer acto.
Siete minutos.
Tachones.
Las retinas me escuecen y el cristal no ayuda.
Lo típico de "Cambiaría todo en este instante".
California.
Hace mucho que los huracanes son otra vibración más.
Hace demasiado que me perdí.
Tres minutos.
No quiero encontrarme.
No quiero acabar tal que empezásteis.
Dos minutos.
Nadie me echará en falta. En ningún instante.
Malgasté un sueño en vano.
No me puedo permitir perder más tiempo.
Un minuto.
No hay estrellas hoy todas se esconden de mí.
Supongo que esto debe ser una despedida.
Quise decir "hasta luego" cuando te dije "adiós".
Los peces luminosos, no volvieron.
Los actores se han retirado y quemado sus papeles.
¿Fin del acto?
La una.